Ubicado en el centro de Guanajuato #36000, México. El tan famoso «Callejón del beso» es una de las calles más visitadas por los enamorados, locales y estranjeros, con la ilusión de que su amor dure para siempre.

Ya sea para demostrar su verdadero amor o para simplemente subir algo cool a las redes sociales. Es sin duda un lugar que se debe presumir. La historia que se dio entre los dos balcones de las casas que componen esta calle, es lo que llevo a que todos quieran visitarla.

La historia comenzó con Carmen, quien vivía con su padre en una de las casas del callejón logró convencer a su padre para que la dejara ir a misa todos los domingos y así poder ver a Luis, quien era un minero pobre pero muy devoto para verse en misa y pasar tiempo juntos.

El papá de Carmen, era un señor muy controlador y sobreprotector, no quería que su hija se casara con nadie que no tuviera dinero. Por lo que no le permitía salir a ningún lugar sin él a excepción de la iglesia. Cuando el papá de Carmen se enteró de la relación que tenía con Luis, la amenazó encerrándola porque ya tenía con quien casarla, pero Luis no se dió por vencido.

Iba todos los días a buscar la forma de ver a Carmen, hasta que se dió cuenta de que los balcones de esa calle, se juntaban casi a ser uno. Empezó a ahorrar dinero y logró comprar la casa del otro balcón. Así se mantuvieron mucho tiempo, viéndose todos los días a través de los balcones.

Un día el padre escuchó murmullos, entró al cuarto de su hija sin avisar y los encontró dándose un beso, muy enojado los separó, tomo una daga con la que forcejeó con su hija y le clavó en el pecho, diciendo que prefería verla muerta a que con Luis. Él la tomó en sus brazos y le dio el último beso.

Luis no soportó estar sin Carmen, así que decidió quitarse la vida, aventándose al vacío de una mina. Así, los residentes del lugar decidieron conmemorar en ese lugar el amor puro besándose, al igual que Carmen y Luis.

Así que, si quieres visitar este icónico lugar, debes pararte con tu pareja justo en el tercer escalón del callejón y besarse, para lograr vivir siete años de suerte. De lo contrario, serán siete años de pura desgracia.

Así que este Día Internacional del beso, ya conoces el origen de este famoso callejón, que más allá de la tragedia, el Callejón del Beso nos recuerda la fuerza del amor verdadero y la eternidad de las historias que habitan en los rincones más pintorescos de nuestra historia. Que este lugar emblemático siga inspirando corazones enamorados y curiosos visitantes por generaciones venideras.

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